Ayer me aventuré a probarme ropa en Dumdrum, el centro comercial más grande de Irlanda (palabra de casera). Me tiré más de media hora en el probador intentando traducir dos palabras: "coger"y "bajo". Ni con lenguaje gestual pude hacerme entender.
Vamos, al final me dí por vencida y fui al gheto de las españolas. Pasar el umbral de Zara es como volver a casa. Nada cambia... la distribución, la música, las dependientas, ni por supuesto, la ropa. Me llamó la atención una cosa.
Cuando salí del probador una encargada con acento vallecano le estaba echando una bronca a una jovencita por no saber coger un arreglo. Siempre había oído lo del imperio de Amancio Ortega y tal... pero verlo sorprende. Las encargadas y jefecillos vienen exportados para enseñar al staff irlandés. Creo imponer tu estilo en un país como este, donde la gente gana el doble y habla el idioma rey, tiene mérito.
Eso sí, arreglar unos vaqueros te vale siete euros más que en el de Preciados.
viernes, 29 de junio de 2007
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