Algunas semanas atrás, fui a la houseparty más curiosa en la que he estado. Y yo iba sin saberlo! Era el cumpleaños de un colega polaco que vive en
Finglas, a una media hora en bus.
En diez segundos me acojoné. Me abrieron la puerta, me llevaron al salón repleto de bandejas con comida y una multitud gritó al unísono:
Czesc Pilar!
Vale, exagero, una multitud no, pero 20 polacos, sí. Todo eran caras risueñas y amables, un niño me miró con emoción. Mi polaco se reduce a una frase-
tam son kanapki: hay sandwiches.
Me acojonaba que me hablaran, me hinché a beber y a comer para tener la boca ocupada. Era la novedad y me trataron genial. Pusieron la lambada y la macarena en mi honor!!
Y me regalaron esta pegatina. Que auténtica!!! Un partido amistoso del Atleti y el equipo polaco del que son hinchas. Un puntazo, ¡euforia colectiva!
My friend! Atleliiiiiii! OeeeeeeeOeeeeeeeeeeOeeeeeee